miércoles, 7 de diciembre de 2011

El presidente Correa nos habla en círculos...

 3 DE MAYO DEL 2010 . VANGUARDIA

El Ecuador necesitaba una purgación, y quiso la vida que a Rafael Correa le tocase la tarea de hacer del purgador antes de un lejano e improbable país unido y en marcha.
La debilidad y amoralidad de los gobiernos anteriores fue muy bien explicada y comunicada en la primera campaña presidencial del candidato que arrancó con la ventaja de haber salido de la nada. Salir de la nada es lo mejor que le pudo suceder a este joven aspirante a la Presidencia, pues la corta visión de los dirigentes políticos más la codicia de los agentes económicos produjo el efecto de hacerlos vulnerables a los ataques de un Correa al cual le fue fácil :(a)hacer públicos los síntomas de nuestra enferma sociedad, (b)explicar el diagnóstico, (c)identificar a los causantes, y (d)opacar a sus contendores, pues ninguno tuvo encanto ante el escéptico electorado.
No convino al candidato el comunicar más detalles al pueblo, ni decir nada más de lo que le fue necesario para derrotar a los pasados de moda que representaban a los explotadores de siempre.
Sólo dijo que bajo la Constitución anterior los políticos corruptos dictaron unas leyes que permitieron que los banqueros y empresarios de entonces se robaran la plata de un pueblo agobiado por una ilegítima deuda externa, lo que nos obligó a vestir una camisa de fuerza llamada dolarización, cuyo administrador era el entreguista Banco Central, cómplice del sistema explotador nacional e internacional. El candidato Correa repitió incansablemente que se dictaría y aprobaría una nueva Constitución, bajo la cual se aprobarían leyes en beneficio de las mayorías, y que los recursos naturales serían eficientemente explotados, redundando en beneficio de una sociedad en la cual todos tendríamos garantizados nuestros derechos y fijadas nuestras responsabilidades.
Hoy, cuatro años después de su primera campaña Correa sigue culpando al pasado. Manipulando a la prensa embargada y/o privada, se ha convertido en el crónico y desparpajado denunciante que —sin responsabilidad personal por temeridad o calumnia— coloca en humillantes disyuntivas a sus coidearios del poder legislativo, mientras preside un gabinete de recíclicos ministros, donde los que se quedan se sientan en sillas cambiadas y los que se van deberán hibernar y lamerse las heridas hasta ser llamados para otro cargo público, o para organizar la constitución del gran PP, Partido PAIS.
La semana pasada el Ecuador fue testigo de cómo entre el presidente Correa y el fiscal Pesántez atenazaron en grotesco enroque a los huérfanos asambleístas actuales del futuro partido PAÍS junto con los de la difunta derecha guayaquileña, logrando mediante esta movida, propia de los capos de la vieja república, derrotar a los coidearios rebeldes que pronto sufrirán la vendetta; mientras la de Damocles seguirá pendiente sobre los sujetos con cuentas pendientes. Todos los votos fueron, son y serán vigilados, pues las nuevas leyes están en proceso, y la Revolución Ciudadana necesita consolidarse en lo judicial y nuevos organismos de control.
En tres años más Correa nos solicitará que lo reelijamos hasta el 2017.Mientras tanto, nuestro Presidente es altivo sobre Irán con el gringo Secretario Valenzuela, pero su enviado Diego Borja vuela a EE.UU. a negar este amor prohibido.
Mientras, los indígenas, Colombia, los grandes proyectos sin financiamiento, el déficit fiscal y los subsidios, son la agenda de un Presidente que cada sábado nos habla en círculos.
Tengamos claro que, a lo largo de este proceso de purgación, el Ecuador no ha progresado ni ha crecido como sociedad. El Presidente purgador dedica todas sus capacidades para esculpir un modelo de desarrollo de imposible ejecución, pues el propio Presidente ha declarado que sus colaboradores le causan más problemas que sus opositores. El desarrollo no nos llega desde el Estado que maneja el Presidente, y hay una total desconfianza entre él y el mundo privado.
¿Así viviremos los próximos tres o siete años de mala suerte necesarios para purgar nuestros pecados?

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