miércoles, 7 de diciembre de 2011

Las manos sucias y los corazones chamuscados

19 DE ABRIL DEL 2010 . VANGUARDIA  

¿Qué queda de las manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes, cuando Rafael Correa, Alberto Acosta, Gustavo Larrea, Fander Falconí y otros nos juraron que no repetirían el pasado y que no volveríamos a tener un presidente y un gobierno de mentirosos? Las manos limpias están sucias.
León y Martha Roldós, Emilio Palacio, Carlos Vera, Jorge Ortiz, Enrique Herrería y otros que olvido son algunos de los valientes que se han encargado de denunciar la corrupción en el mundo de las obras públicas, petróleo, banca pública, seguros y salud. Los centenares de millones hasta ahora comprometidos para los estudios y trabajos preliminares en peligrosos y/o carísimos proyectos —que por estos motivos ojalá nunca se hagan— como Coca Codo y la Refinería del Pacífico, se suman al multimillonario despilfarro de dinero que significa la creación de decenas de ministerios y organismos públicos que viven de los 20 000 millones del gigante presupuesto nacional. Pierden su tiempo los estudiosos que, semana a semana, repiten que el gobierno no logrará conseguir los 3 ó 4 000 millones que faltan para financiar el presupuesto, pues las manos sucias se encargarán de conseguir dinero caro en mercados oscuros, y metiendo miedo ya encontrarán la forma de poner en una misma ánfora secreta papeles estatales pintados de verde, mezclados con los verdes depósitos del público en el sistema financiero. Todo esto lo harán para dizque salvar la dolarización que odian, pero que es el seguro de vida de su revolución ciudadana basada en el derroche y el subsidio.
Las mentes lúcidas que quedan son Alexis Mera, Ricardo Patiño y Vinicio Alvarado. Son tres mosqueteros lúcidos, pero deslucidos en el cumplimiento de sus obligaciones. Nada hemos ganado los ecuatorianos con los éxitos jurídicos de Mera, los políticos de Patiño y los publicitarios de Vinicio, todos en defensa de los caprichos del Presidente. Las leyes impuestas desde Carondelet a la mayoría legislativa en Montecristi y a la Asamblea son causa y parte de la confusión nacional. A Alberto Acosta lo botaron de Montecristi acusándolo de lento; pues bien, ahora tienen a un Fernando Cordero, que tiene sus propias rapidez y lucidez, y al que ya no lo pueden reemplazar sin banalizar más la Asamblea, si pasan la presidencia de la Asamblea a manos de un Paco Velasco o de un Gastón Gagliardo. O peor aun, si la ponen en manos de una arrepentida reprimida como María Paula Romo. La ingratitud con Fander Falconí y el educador Raúl Vallejo es la prueba plena de que Correa terminó atrincherado con esta troika que usa los instrumentos del poder para someter a propios y extraños al megalomaníaco proyecto político nacional e internacional.
¿Y los corazones ardientes? Algunos se chamuscaron en Angostura. No ha funcionado el tira y jala con que Correa jamás logrará enemistarnos con los colombianos, pues cualquier ecuatoriano sensato sabe que si Uribe avisaba a Correa que Raúl Reyes se hospedaba allí, nuestro círculo de admiradores de las FARC habría impedido el asesinato masivo ordenado por Uribe y dirigido por su posible sucesor Santos. Los corazones ardientes por Chávez e Irán se van apagando, pues ambos son cerdos sin manteca. El corazón ardiente de Correa contra el imperialismo terminó en amistosas charlas, pidiendo al enviado de la señora Clinton que le dé consiguiendo una cita con Obama, con quien Correa tiene mucho en común, pues los que eligieron a ambos han comenzado a conocer a sus verdaderos mandatarios, ambos listos para volar a recoger un Nobel que no merece, o una cartulina en Illinois.
Los corazones ardientes de los conversos Ruptura de los 25, del mundo indígena, del MPD, de Dalo Bucaram y del resbaloso evangélico Marco Murillo buscan en el tema del juicio al fiscal Pesántez cómo quedar bien con el mandón Correa —autoconfeso pesquisa y exculpador de Pesántez— y con el pueblo informado por medio del sector libre de la prensa y TV nacionales, pues quieren seguir allí y nunca volver a la nada.

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