15 DE FEBRERO DEL 2010 . VANGUARDIA
¿Cómo estaremos al terminar el año 2010? Si analizamos las frescas entrevistas de Vanguardia al alcalde Jaime Nebot y al ministro Diego Borja, concluiremos en que el 2010 será el año de la resistencia contra la adversidad.
¿Qué es la adversidad para el alcalde Nebot?. Su adversidad es tener que defender lo que ha logrado hacer en 10 años de gestión, pues ahora el ex candidato Rafael Correa, que en forma oportunista e hipócrita lo visitó en su despacho para alabarlo y tomarse una foto para sus fines electorales del año 2006, ha decidido hacer con Nebot lo mismo que hace todo el tiempo con propios y extraños: tratar de quedar bien con base en el desprestigio del prójimo. Nebot sostiene que Correa es un centralista que trampeando los fondos a los cuales Guayaquil tiene derecho, busca engrosar la chequera presidencial, mientras su perversa gestión lleva al país al colapso venezolano.
También declaró que Correa no es un presidente normal, pues por su vocación totalitaria busca controlar a todos y a todo, trazando una cancha y poniendo reglas de juego ante las que Nebot no rehúye, y lucha contra un presidente cuya conducta calificó como un caso clínico.
La pelea de Nebot durante el 2010 tendrá que llevarla a cabo en medio de las presiones para que cambie su antigua decisión de no ser candidato el 2013. Hay quienes quieren que Nebot debe ondear a nivel presidencial la bandera de una derecha moderna. Nebot cree que su deber es administrar Guayaquil y defenderla de Correa.
De acuerdo a sus optimistas declaraciones, el superministro Diego Borja cree tener todo el año para conseguir los 4 000 millones del déficit presupuestario, para lo cual quizá se harán algunas reformas legales que reconcilien los intereses de los financistas y del Ecuador. Diego Borja —es decir el presidente Correa— sigue renuente a someterse al FMI, y su esperanza se centra en integradores de capital de origen árabe, chino e inglés. Tal parece que el Presidente y su ministro coinciden en que de una u otra manera a lo largo del 2010 de alguna parte saldrá la plata para la inversión y para el gasto corriente, y que Dios proveerá los multimillonarios recursos para los publicitados proyectos de la Refinería del Pacífico y Coca Codo. No olvidemos que la actual infantil coincidencia entre el presidente Correa y el ministro Borja está subordinada a que tal como acaba de suceder con Fander Falconí en lo del ITT–Yasuní, o con los pobres policías que maltrataron al manifestante en Machala, el presidente Correa de repente decida dejar a Diego Borja sin piso, y le encargue a Ivonne Baki —la misma Mata Hari de Mahuad, Noboa y Lucio— que le consiga unos cuantos miles de millones entre sus amigos banqueros capitalistas del neoliberalismo del primer mundo.
Correa busca llegar a diciembre con mayor claridad pública que la oscuridad hidroeléctrica de diciembre pasado. Él es un gobernante que no saldrá, pues no sabe cómo salir, de ser el centro de un servil círculo incapaz de brillar por sí mismo, y cuyo único actor es él. Correa busca desesperadamente mejorar su imagen.
Así como actuó para convencernos de que Colombia nos hizo lo mismo que Hitler a Polonia; así mismo actúa ahora para pasar la página de Angostura. Así como actuó como amigo de Chávez, Evo y del padrecito de familia Lugo; así mismo actúa ahora para alejarse de ellos de acuerdo a su conveniencia; mientras al mismo tiempo mantiene cercanas relaciones ortopédicas con el centro de control del socialismo XXI: la Cuba de los hermanos Castro.
Durante el 2010 Correa tendrá que aplicarse a fondo para evitar o disminuir la división en Alianza País y, al mismo tiempo, lograr que el futuro Fiscal General también se sienta honrado de ser su amigo, como lo predica el saliente fiscal Pesántez. Nebot busca conservar hasta diciembre la misma aceptación actual. La exitosa marcha del jueves pasado enterró la pasada celebración ambateña.
La tragicomedia presidencial de Correa, y el atrincheramiento guayaco de Nebot, ponen a la izquierda y a la derecha en la orfandad.
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