¿Recuperará Correa la fe en él perdida?

5 DE ENERO DEL 2010 . VANGUARDIA 

¿Podrán Emilio Palacio, Jorge Ortiz, Hernán Pérez, Antonio Rodríguez,   Gabriela Calderón, León Roldós, Walter Spurrier, Alfredo Pinoargote, Carlos Jijón, Marlon Puertas o Pablo Lucio Paredes lograr hacer conciencia en millones de ecuatorianos de que el presidente Correa nos lleva a su propio y peculiar despeñadero? ¿Creerán Diego Borja, Virgilio Hernández, Betty Carrillo, Ricardo Patiño, Fernando Cordero, María P. Romo, César Rodríguez, Alexis Mera y los hermanos Alvarado, María A. Calle, Betty Amores, Rolando Panchana, Javier Ponce, Augusto Barrera o Fernando Bustamante, que están viviendo el segundo correísmo, y que les faltan por gozar tres correísmos más para igualar a las pasadas décadas de más de lo mismo del ex presidente Velasco Ibarra? ¿Creerán, además, que saldrán indemnes el día que se desinfecte nuestra demagogicracia? ¿Creerá Carlos Vera que él herirá fatalmente a Correa, sea que este duelo entre titanes se dé en las urnas con motivo de la revocatoria del mandato que auspicia Vera, o de la consulta popular con muerte cruzada que amenaza Correa, o de ambas carnicerías electorales a la vez? Todo esto a manera de aperitivo electorero previo a las elecciones presidenciales del 2013.

¿Creerá Nebot que desde Guayaquil comenzó la próxima indigestión nacional del producto Correa, y que para fines de año todo el gobierno lucirá y olerá como una lasaña que se quedó olvidada un feriado dentro del microwave mediático manejado abusivamente desde Carondelet? ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que el gobierno y el presupuesto del Estado tengan que hacerse cargo del pesado muerto que es el Municipio de Quito?, pues la paciencia de los quiteños no durará mucho más tiempo, y el alcalde Barrera barrerá la intransitable ciudad en busca de un improbable reconocimiento ciudadano.

¿Cuál será el texto definitivo de la ley para amordazar a la prensa y/o a los articulistas opositores? y ¿cuál será el precio político que Correa tendrá que pagar para que los asambleístas de País y grupos satélites se presten a hacer el mismo papelón de Rolando Panchana y Betty Carrillo, poniendo ambos su carita de yo no fui? ¿Cuánto crecerá a lo largo del 2010 el nuevo endeudamiento público internacional tan necesario para mantener el gigante gasto público indispensable para que la siquis de Correa siga cohabitando con la dolarización?Esa autónoma dama a la que el Presidente odia, pero que no sabe cómo dejarla? ¿Cuántos actos de malabarismo con los fondos públicos seguiremos espectando los ecuatorianos? Como el haber comprado deuda pública externa, para inmediatamente llenar ese hueco con un oneroso préstamo a la China, para luego tomar de un 'carajazo' parte de la reserva monetaria que custodiaba el BCE y convertirla en créditos concedidos con la peculiaridad que caracteriza a la banca pública.

¿Cuánto se afinara la cuerda floja sobre la cual el presidente Correa camina —últimamente en puntillas— entre Uribe y Chávez? Pues con Uribe está obligado a no pelearse; ¿ y con Chávez?, con él ni puede ni quiere pelearse.

¿De qué maneras tratará el presidente Correa de recuperar la fe en él perdida por muchos ecuatorianos? ¿Estará arrepentido el presidente Correa de haber forzado las cosas y las leyes para inventar las recientes elecciones presidenciales, en las cuales él y Alianza País lograron la mitad de los votos, para ahora, al cabo de pocos meses de su reelección, tener que seguir culpando a los pasados gobiernos por todo aquello que él ha empeorado en tres años de tener en sus manos la suma de todos los poderes? Mal terminó la carrera política del ex dueño del país, por años se quedó solo y/o mal acompañado.

Por muy mal camino va la carrera política del actual dueño de la verdad, pues aunque vive rodeado de subalternos, estos no tienen la quilla necesaria para entender lo que nos sucede a los gobernados por su inepto y locuaz jefe; ni la entereza para encararlo, o irse tirando la puerta. De todas maneras, ¡feliz año!