viernes, 25 de noviembre de 2011

¿Quién quiere derrotar al presidente Correa?

20 de octubre del 2009 . VANGUARDIA

 “En la lucha un puño y en la victoria un logro: progreso en libertad”. Con esta frase Nebot cerró su discurso. En pocos meses cumplirá 10 años en la alcaldía, y su gestión seguirá siendo exitosa y eficiente, pues él entendió, desde el primer día con claridad, lo que tenía que hacer desde el sillón de Olmedo, Assad y León, siendo hoy digno de imitación por parte de muchos alcaldes del país. El presidente Correa también imita a Nebot, pero lo hace sólo en el tono de voz, y sólo los sábados en su espacio dedicado a la nostalgia, la fonomímica y a la baja manera de denigrar a indígenas, profesores, periodistas y adversarios, todos ellos ausentes. Y también para amonestar en público a sus colaboradores, muchachas y muchachos, que lo miran con la más fea de las muecas, la mueca tríptica: haga puchero, sonría y trague baba.
Es evidente que Nebot tiene muy claro lo que le correspondería hacer si fuese presidente. Sin duda, lo tiene mucho más claro que 17 y 13 años atrás, cuando sus dos fallidas tentativas presidenciales; pero lo cierto es que hoy tenemos muy claro que Nebot no competirá para la presidencia con Correa, quien sin duda alguna buscará la reelección. Pueda ser, y ojalá que Nebot cambie de parecer. Ni siquiera tendría que renunciar a la alcaldía para que los ecuatorianos miremos a un candidato que representa una manera distinta de entender lo que hay que hacer desde el poder ejecutivo: inspirar confianza, ser eficiente, y no derrochar la plata ajena.
Estamos mal. Los tiempos han reemplazado a las personas. Feraud Blum, Galo García, Edmundo Durán, Córdova Galarza, Zavala Baquerizo, Parducci, Alvarez Grau, Robalino, Rodrigo Paz, Mauricio Pozo, Vaca Carbo, y algunos ex presidentes como Hurtado, Borja y Noboa, fueron hombres de honor, con la seriedad y experiencia necesarias para no empeñar su palabra si no podrían cumplirla. Por los ministerios, congresos y organismos de control han pasado valiosos personajes que ya no existen. Y si queremos hablar de posibles interinazgos ¿cómo comparar al corcho Cordero con Clemente Yerovi? Por otro lado, el andar en silla de ruedas y poner la voz trémula, no son suficientes para lograr la credibilidad interna y externa que tiene que recuperar el futuro presidente del Ecuador.
¿Cuándo hemos visto que entre hermanos presidenciales se haya dado lo que hoy estamos viendo? ¿Se han puesto a comparar a León Roldós con Fabricio Correa como hermano de un presidente? En materia fraternal, el escoger entre Rafael y Fabricio, es como tener que elegir entre la guillotina y la silla eléctrica. Es preferible y mejor, el quedarse como hijo único de madre viuda.
Rafael Correa no va a renunciar, y tal parece que Fidel Egas no lo podrá tumbar con la misma precisión con la cual tumbó a Lucio Gutiérrez. Más bien parecería que ambos colosos quedarían inválidos luego del eventual combate, causándonos a sus compatriotas el dolor o la alegría que corresponda según el color del cristal con que los miremos en sus lejanos exilios en España e Irán, respectivamente.
Vamos a tener que seguir tomando el purgante de Alianza País. Esto significa que a lo largo del 2010 en la Asamblea se aprobarán todas las leyes necesarias para aplicar la Constitución Siglo XXI, cuyo padre biológico es Alberto Acosta, y su eficiente partero fue el corcho Cordero, el que ahora ejerce a domicilio, aplicando forceps para que nazcan acuerdos como cuando hay peleas entre el mono Correa y los indígenas aspirantes al manejar el monopolio de la fría agua que baja de las alturas. A lo largo del 2010 seguiremos endeudándonos con todo banco chino o iraní que el gobierno encuentre en su camino de endeudamiento agresivo. Y una gran simulación hará que el Banco del Pacífico sea vendido por el Banco Central al sumiso IESS, engordando la banca pública, mientras al mismo tiempo la dócil Junta Bancaria sigue en su acoso a la banca privada.
¿Pueden creerlo? lo peor será que caiga Correa, pues como víctima será más teatrero y tragicómico que como presidente. ¿Quién quiere derrotar a Correa? ¿Quiere usted ser presidente? 

Nos tocó un Presidente inteligente y mediocre

6 de octubre del 2009 . VANGUARDIA 

Los hombres inteligentes se reponen pronto de sus fracasos,  pero los mediocres jamás se recuperan de sus triunfos. ¿En cuál de estos grupos ubicamos a nuestro Presidente? Sacha Guitry, el pensador ruso dueño del concepto, nunca conoció ni sufrió a Rafael Correa, pero si lo hubiese analizado, habría tenido que aceptar que el personaje que ejerce la presidencia del Ecuador, es la excepción, pues es inteligente y mediocre.
Correa es un vendedor de inteligentes argumentos para enterrar nuestro pasado político, y un imaginativo soñador insomne del cómo hacer un país mejor. Pero es, al mismo tiempo, un mediocre generador de resultados para construir el futuro sin destrozar el presente, pues su esencia emocional no le permite dar paso a las soluciones, pero sí a la exacerbación de los problemas.
Quizá este es el problema de nuestro omnipresente Presidente porque parece que siempre ha sido abanderado de las causas nobles; médico forense de todas las preguntas y dueño de todas las respuestas; puntualizador de todas las íes; pródigo gastador del dinero público; juez único de la moral y eficiencia del prójimo, y víctima de una sensibilidad tan grande que, con la misma facilidad con la que ora llora u ora comulga, inmediatamente pasa a denigrar a los que padecen de la enfermedad de no estar a la altura de sus ejecutorias o de sus sueños, sean estos sus incondicionales o los que no lo son, como por ejemplo la prensa, o el médico que bautizó como carnicero guayaquileño.
Lo grave de todo esto es que el pueblo ecuatoriano en dos ocasiones seguidas ha escogido a Correa como el abanderado del cambio que todos queremos. Su primer triunfo permitió a él y a la gente que lo aupa arrasar por las malas con la metástasis legislativa de la corrupta partidocracia, para luego reemplazarla mayoritariamente en Montecristi con el objeto de dictar una nueva carta magna, la Constitución siglo XXI, especie de complaciente madrina de los que gustan de convertir sus aspiraciones en derechos. Pero al mismo tiempo esta Constitución siglo XXI es una alcahueta de las concupiscencias de los cortesanos de Correa, los que poniendo cara de monaguillo —los crueles García Moreno y Joseph Stalin fueron seminaristas y estudiantes de teología— lucran dentro de la revolución ciudadana; o los que a la sombra de la carpa de Alianza País, se han tomado por asalto legal desde la Corte Constitucional hasta el control de los encargados de controlar la maquinaria pública y privada del Ecuador.
En lo interno, la mediocridad de Correa se aprecia en sus resultados. Es vox populi que su vasta contratación pública nació manchada por la improvisación y por la codicia. Correa no es el Presidente que nos enseña a ser austeros, y nunca entenderá que el progreso de nuestra sociedad no provendrá del Estado–Gerente de lo público y de lo privado, sino de un acuerdo provocado y celebrado por él con todos los sectores que hacen el día a día y de cuyo cumplimiento a la prensa libre le corresponde el informar y al pueblo el aprobar o reprobar.
En lo internacional, parece que Correa no se ha ganado el respeto de nadie, y más allá del coqueteo a Obama y Fidel, de su amor por Irán, y de la pobre co-gestión con Hugo Chávez en la Unasur, parece que Uribe será elegido por tercera vez, mientras por acá la gente busca al que reemplazará a Correa el 2013. El coro guayaco “Fabricio presidente” en el concierto de Juan Luis Guerra fue una muestra de la confusión reinante.
Es triste que un Presidente lance por la borda quizá la última oportunidad de que progresemos.
Correa se desbocó tanto, que ya todos conocemos su quilla, y mucha gente comienza a perderle el respeto, pues él nos ha enseñado a no respetar a propios ni a extraños. Así es, se le va perdiendo el respeto, como se le pierde a la chica sencilla que se vuelve insoportable luego de casarse con un ricachón, o al chico sencillo al que le va bien y deja que se le suban los humos. Correa es un nuevo rico de poder y figuración. Nos tocó de Presidente un inteligente mediocre.

¡Qué costosas resultan las familias gobernantes!

22 de septiembre del 2009 . VANGUARDIA

Elec Bonnie & Clyde Kirchner; los hermanos Carlos, Raúl y Enrique Salinas de Gortari; Fernando y Pedro Collor de Melo; las familias fascistas y comunistas, Pinochet y Castro Ruz, respectivamente; los dominicanos Trujillo y los nicos Somoza, son algunos ejemplos de que a las familias gobernantes —sean dictadores o demócratas— les encanta robar. Las acusaciones contra los Kirchner son tan graves que cuando los vemos hablando en la Tv, inmediatamente recordamos que sus tentáculos llegaron hasta el Ecuador por medio de la descalificada empresa argentina Enarsa, que acaba de abandonar su 30% en el irresponsable proyecto Coca-Codo-Sinclair, pues les apareció un imprevisto: se enteraron de que para poder robar primero había que invertir.
Una riña entre los hermanos cariocas Fernando y Pedro Collor de Melo, hizo que Pedro denunciara un gigante esquema de corrupción en el despacho presidencial, provocando que masivamente los estudiantes brasileños autollamados los “caras pintadas” salieran a las calles causando la caída del elegante hermano Fernando.
Carlos tuvo que abandonar México. Raúl estuvo diez años preso, pagando varios delitos financieros y negando el asesinato de Ruiz Massieu.
Enrique fue enjuiciado por lavar dinero en el gobierno de Carlos y murió asesinado. Qué buen trío este de los hermanos Salinas de Gortari, que a punta de deuda y gasto público emborracharon México, causando la quiebra financiera llamada efecto Tequila. Hay abundante literatura sobre las fortunas que amasaron en el poder los Trujillo y los Somoza, y todavía no es posible terminar el inventario de los bienes mal habidos por los Castro y Pinochet.
Es cierto que en todos los gobiernos hubo, hay y habrá corrupción. Pero ha nacido en Latinoamérica una nueva forma de corrupción que se da bajo la sombra de las constituciones del socialismo siglo XXI. Los ecuatorianos decidimos elegir como presidente a Correa, bajo la constitución de la antigua corrupción denunciada por él como candidato, y lo acabamos de reelegir bajo la nueva Constitución siglo XXI, que superpone y nos obligará a lidiar al mismo tiempo con dos corrupciones: la vieja y la nueva.
La vieja corrupción tiene su propio infierno.
Muchas veces pasan años antes de que los pecadores de Carondelet que —con o sin la venia presidencial— lucraron en contratación pública, petróleo, AGD, armas, gas, fiscalías, juzgados y Cortes, fuesen enjuiciados. Los que gracias a la corrupción de la justicia ecuatoriana se salvaron, hoy son mal mirados por el Departamento de Estado o la DEA. Lo que no existe en nuestro permisivo Ecuador es la sanción social, pues luego de un tiempo de hibernación prudente, los caretuco meten en los salones la cabeza y luego el cuerpo, generando el murmullo o el cómplice contacto visual de los ex cortesanos presentes.
La nueva corrupción consiste en que al amparo de la Constitución sigloXXI y en nombre del socialismo, se va armando una estructura legal destinada a que el dinero de todos sea repartido por el gobierno, por ejemplo: a Jimmy Jairala no le quedó otra que negociar con Rafael luego de derrotar a Pierina. La Asamblea aprobará leyes antagónicas con la descentralización y las autonomías municipal y universitaria. Se busca quebrar la voluntad de la prensa con el “te quito publicidad y te pongo impuestos”. Desde el Banco Central y la Súper de Bancos día a día se acosa a la banca privada y se fomenta la pública.
El Estado se adueñó y jamás venderá las televisoras de los Isaías, al mismo tiempo que regala El Telégrafo y El Ciudadano. Pronto habrá leyes que darán al Estado el derecho a racionar los precios de alimentos, arriendos, salarios, negocios, exportaciones e importaciones.
El sobrado juzgador de nuestra moral y talento, recibe golpes del indignado Fabricio, que se siente traicionado por quien mucho le debe y no le paga. Mientras tanto, Pierina busca ser la reina del millón de comités revolucionarios que mantendrán a nuestra costosa y belicosa familia gobernante unos ocho años.

¿El país sabrá pagar el costo de su infantilismo?

25 de agosto del 2009  . VANGUARDIA

Poco a poco, lejos de la fiesta armada entre los bolivarianos entarimados el pasado 10 de Agosto y la esperanzada masa correísta, y más bien arrinconados —hasta ahora en un temeroso pero elocuente silencio cómplice— muchas ecuatorianas y ecuatorianos se miran a los ojos, preguntándose: ¿cuándo fundirá Rafael Correa sus maltratadas cuerdas vocales?, ¿será posible que este hombre pare de sufrir por todos los errores que cometemos nosotros, sus mediocres compatriotas?, ¿qué raro placer es este semanal perorateo de autocomplacerse en público, repitiéndonos que él todo lo sabe, percibe, interpreta, intuye, tamiza, califica, ubica y sentencia? Qué cómodo pareció estar Correa en medio de extraños a quienes llama amigos: el padre Lugo, el coronel Hugo, Raúl y Evo. Qué pena le dio que Daniel —el travieso de Nicaragua— no pudiese acompañarlo a guitarrear. Al leer el papelito de Fidel, vía Raúl, decidió volver a Cuba, para reintentar verlo. Y qué incómodo le habría resultado invitar a Alberto Acosta, decano del club de ideólogos, hoy subordinados a la esquizofrenia política que ellos mismos crearon. Tampoco invitó a valiosos ecuatorianos independientes. Más bien aprovechó de esa autotrasmisión y del nocturno auditorio popular, para hablar mal ante sus nuevos amigos, de aquellos compatriotas a quienes simplemente detesta porque no los controla.
Qué ocurrencia el criticar el uso del traje sastre, cuando atrás de él las viajadas cincuentonas Bachelet y la morocha Kirchner posaban enfundadas en modelos hechos a la medida.
Qué complacido se lo ve luego de imitar a Jaime Nebot o a José Hernández. Quizá el inmediato y obligado aplauso de los aborregados allí presentes lo hace sentir que ambos dejaron de ser exitosos en la alcaldía y en el periodismo, y que él,líder popular y trovador de la protesta, tambien imita mejor que el famoso dominicano Julio Sabala.
Qué gran capacidad de no darse por aludido cuando le sale un grosero respondón, como el desprestigiado argentino Menem, cuya asesoría quizá sirva a los periodistas vejados cada semana, huérfanos de mejores consejeros.
Pues bien, esto es lo que tenemos. Correa y Alianza País —incluyendo todos sus inteligentes asesores extranjeros— se tomaron 30 meses para renovar el marco constitucional anterior, con el objeto de restaurar al Ecuador. Hoy se aprestan a hacerlo contando con los votos necesarios —propios y comprados— para implantar el óvulo fecundado de su revolución ciudadana en el vientre de la patria altiva y soberana. En estos embarazos políticos asistidos, nadie sabe cuántos ni en qué estado nacerán los niños: hay tantos padres que en el vientre social de la patria se gestan engendros que requerirán forceps.
¿En que terminará el proceso de acosar a la banca privada, logrando que sus presupuestos anuales tengan que ser calibrados y afinados buscando que terminen de apéndices de la politizada banca pública, cuyo gerente de crédito es la Senplades y el IESS su mecenas y esbirro? ¿En que terminará la creación de los Comités de Defensa de la Revolución, tan necesarios en la dictadura cubana ávida de delatores, pero tan ajenos a nuestra idiosincrasia? Recordemos que no hubo ni un soplón que contase al ingenuo Rafael las andanzas del invencible Fabricio.
¿En qué terminará la pieza teatral con Colombia? Los ecuatorianos ya concedimos el público perdón solicitado por Uribe. El lloriqueo del Presidente con las guitarras del Canciller y el Vicepresidente, pidiendo que nos entreguen hasta los canzoncillos de Reyes, debería terminar en Bariloche, pues Angostura no fue lo mismo que Hitler entrando a Polonia 70 años atrás, ni Bush, Blair y Aznar invadiendo Iraq.
¿Qué leyes, organismos de control, poder judicial, déficit fiscal, monedas, desempleo, seguridad jurídica, delincuencia y corte constitucional nos esperan? ¿Qué Ecuador tendremos en un año? Quizá Rafael Correa y los ecuatorianos tendremos lo que nos merecemos por nuestro 50 por ciento de crónico infantilismo, tanto en Carondelet como en las urnas.

Un día se caerá la larga nariz de Pinocho

11 de agosto del 2009  . VANGUARDIA

Mentir no siempre nos hace mentirosos. Todos mentimos. Todos los gobiernos mienten, pero aquellos cuya vida diaria se basa en la cínica afirmación de que no sucedió lo que sí sucedió, siempre agonizan por pérdida de la credibilidad. La esencia de los presidentes Roldós, Hurtado, Febres Cordero, Borja y Sixto no fue la mentira. Fue la juventud, el odio soberbio, la vanidad o la mojigatería, pero no la permanente mentira. La esencia de Abdalá, Mahuad y Lucio fue el irresponsable desprecio a cuidar la frontera entre la verdad y la mentira, hasta que esta práctica los llevó al desastre y a la fuga en avioneta, ambulancia o helicóptero.
Rafael Correa se posesionó por segunda ocasión y lo hizo con el humano propósito de que cuatro años después, el 10 de Agosto del 2013, este evento se vuelva a repetir por tercera ocasión.
La mañosamente adelantada reelección inmediata de Correa recuerda la exitosa reelección de Nixon, que nació envenenada por la mentira que venía desde atrás. ¿Padece Rafael Correa del sofisma patológico? ¿Es un labioso ingenioso que busca permanecer en la Presidencia con base en una permanente actuación teatral, en la cual se acerca o aleja de propios y extraños según su conveniencia fáctica? Hay cosas muy graves con las cuales Correa inicia su segunda presidencia.
Es imposible que en el 2006 la campaña presidencial del binomio Correa-Moreno no haya utilizado mucho más dinero que el que la ley les permitió contabilizar. Esta exageración en el gasto desde siempre fue inherente a todas las candidaturas del pasado. Dos perdedores en la primera vuelta, como lo fueron Febres Cordero y Correa, nunca habrían ganado en la segunda tan solo por su linda cara, pero sin abundante dinero. Tanto dinero tuvo Rafael Correa que hasta hubo vuelto, varios tesoreros, y obras de beneficencia en el ámbito legislativo.
Si la reunión de Gustavo Larrea con Raúl Reyes fue en terreno colombiano, nada hubo de malo; pues fue para fines humanitarios y dizque Uribe fue informado por Larrea. Si la cita tuvo lugar en terreno venezolano, nada hubo de malo.
Chávez no les quitará el saludo porque, con o sin su consentimiento, tanto Reyes como Larrea hayan traspasado su frontera. Es público que Marulanda descansaba y se curaba en Venezuela.
Larrea nos pretende tomar el pelo cuando afirma que divulgará el lugar de la cita con Reyes cuando el gobierno de ese supuesto país lo autorice.
¿Pidió ya la autorización? ¿Por qué no se la pide en secreto a los buenos amigos Zelaya u Ortega? ¿Habrá un careo público entre Correa y Larrea para saber qué y cuándo fue que Correa supo lo que sabe? Que la prensa lo promueva.
Otra mentira con que Correa inicia su segunda presidencia es el culebrón montado en relación con los contratos firmados con las empresas de Fabricio Correa. Los contratos siguen vigentes, mientras los organismos de control y los ministerios aumentan la polvareda iniciada por la dolorosísima pero inejecutable decisión presidencial. Otra mentira es el negar la inmoral concupiscencia legislativa que permitirá al gobierno, a cambio de fomentar el buen vivir de cínicas y móviles mayorías, tener los votos necesarios para aprobar sus leyes y para impedir las necesarias investigaciones respecto de decisiones presidenciales de dudosa conveniencia, como fue haber comprado nuestra deuda morosa al aceptable 35 por ciento de su valor, salvando los muebles de los acreedores, que en esta época de vacas flacas se metieron 1 000 millones al bolsillo. Se trata de una suma gigante que ahora debemos a los chinos, carísimos prestamistas de última instancia, a quienes el presidente Correa ha empeñado nuestro petróleo, y que se preparan para facturar hasta unos 10 000 millones entre la refinería El Aromo y Coca Codo Sinclair, proyectos con el conocido mal aliento Néstor Kirchner-Hugo Chávez.
La mentira mayor de Rafael Correa y su círculo de simuladores es negar que su verdadero proyecto es lograr el control político estatal de la gestión operativa de las municipalidades, prensa, banca y gremios del Ecuador.

Los idus de marzo en versión camuflaje

28 de julio del 2009 . VANGUARDIA

Nacho Chauvin:Es un gusto verlos de nuevo. Traigo al ministro Gustavo Larrea.
Mono Jojoy: Estás encapuchado. ¿Cómo saber que eres Gustavo?
Raúl Reyes: ¿Traes el santo y seña que le di a Esperanza?
Gustavo Larrea: Soy Juan. Estoy con capucha porque no quiero saber en dónde estoy.
Chauvin: Yo sí sé y moriré con el secreto.
Raúl: Imaginemos que este lugar se llama Angostura. Es un lindo nombre.
Jojoy: Pero antes, ¿cómo está Juan de Dios?
Juan: Muy bien, él y María Augusta les mandan saludos
Raúl: Correa fue un gran candidato. Penosamente, no pudimos ayudarlo como hubiésemos querido.
Jojoy: Vinieron varios y cada uno decía que era el tesorero de la campaña. No hay recursos para regalar.
Juan: Esta capucha no me deja oír bien.
Chauvin: Jefe, es mejor que usted no oiga.
Raúl: Al final Esperanza, nuestra canciller, se encargó de que los aportes de los frentes sean entregados vía Caracas.
Juan: ¿Qué posibilidad hay de hacer el canje de prisioneros por la libertad de Íngrid, Clara, unos gringos y un ecuatoriano?
 Chauvin: Y también queremos asesoría para hacer la revolución, porque no somos ni terroristas ni narcos.
Jojoy: No seas pendejo, no hay grabadoras.
Raúl: Correa no hará ninguna revolución. No tiene madera.
Juan: ¿Por qué nos dices esto?
Jojoy: Se ha comido todo el 2007 hecho el amigo de Uribe y de Chávez. En privado dice que acabara con la UNE y con el MPD.
Chauvin: También nos ha prometido que acabará con la corrupción, la prensa y la banca.
Raúl: Correa se pasa diciendo que todo el mundo es mediocre. Fue buen candidato, pero él se cree que el Ecuador le queda muy chico.
Juan: Lo importante era llegar al gobierno. Creo que el 2009 lo haremos reelegir.
Jojoy: Tengo información de que es un caprichoso.
No sabe lo que sucede en su gobierno.
Chauvin: Algo sabe y no sabe. Lo importante es que durante su presidencia podremos avanzar
Raúl: Veremos cuánto dura, pues ustedes botan a todos los presidentes.
Juan: Nuestro proyecto es que Correa sea presidente hasta el 2017 y, si se cae en el camino, atacará al sistema desde el exilio.
Jojoy: Creo que a Clara Rojas la soltaremos pronto.
Para Ingrid y el resto habrá que esperar.
Chauvin: En una de mis visitas conocí a Clara. Es muy sexi.
Juan: Chávez y Correa como intermediarios entre Uribe y las FARC nos son convenientes.
Raúl: Cuídense de sus militares, pues son totalmente agringados.
Jojoy: Convendría que ustedes pongan a sus militares contra la pared y a la defensiva.
Chauvin: En todas partes los uniformados son fascistas.
Juan: Vamos a nombrar otro Ministro de Defensa que destetará a FF .AA. de su dependencia gringa, y buscará integrarlas con el nuevo sur.
Raúl: Parece que Obama va a ganar la presidencia, pues los gringos quieren un cambio, y este Obama es al cambio lo mismo que fue Correa.
Jojoy: Estos seudoacadémicos, como Obama y Correa, son ilusos, pero no nos combaten como Uribe. Fidel se encargará de Obama.
Chauvin: Ya estamos firmes en Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Ecuador.
Juan: Parece que Zelaya se alineará; está quebrado y Chávez le dará petróleo.
Raúl: OK amigos, Clara saldrá pronto. Que Correa coordine con Chávez la presión internacional para liberar a Íngrid y compañía.
Jojoy: Apoyen el congreso revolucionario bolivariano en Quito. Hasta la próxima amigos.
Chauvin: Jefe, vamos, ya conoce el camino.
Juan: Espero no estar en Ecuador, pues sería traición a la patria.

La fabulosa solución al affaire de los Correa...

14 de julio del 2009 . VANGUARDIA

CONTRALOR: Amigos, esta reunión es súper súper secreta.
PROCURADOR y FISCAL: De acuerdo.
CORCHO: No sean ingenuos,de todo se entera el Alberto Acosta. Tratemos este rollo entre los hermanos Correa.
CONTRALOR: En Sociedad Patriótica nunca ví una pelea entre los hermanos Gutiérrez. Este desangre entre los Correa me puede costar el puesto.
CORCHO: ¿Pretendes ser reelecto como Contralor? PROCURADOR: Yo creo que el Presidente está satisfecho con nuestro trabajo.
FISCAL: Coincido; pero tengamos claro que el Presidente es un hombre insatisfecho.
CORCHO: Ustedes señores, pueden hacer mucho para satisfacer al Presidente.
FISCAL: Díselo al Contralor y al Procurador, pues yo no actúo sin denuncia previa.
PROCURADOR: El Presidente dijo que todos los contratos de Fabricio son legales.
CONTRALOR: Quizá yo podría hacer un informe a favor de Fabricio, y otro en contra de Joffre Campaña. ¿Qué opinan? CORCHO: Eso sería genial. Gustavo Larrea te puede redactar un buen informe.
FISCAL: ¿Y por qué Gustavo Larrea? CORCHO: Los informes de Gustavo le parecen geniales al Presidente.
CONTRALOR: Aquí se trata de que Fabricio pierda los contratos, pero que ni él ni el Estado pierdan ni un dólar.
PROCURADOR: Una fórmula puede ser eliminar la dolarización, pues donde no existe dinero no hay perjuicio alguno.
CONTRALOR: Sería ideal; así yo no tendría que glosar a nadie.
FISCAL: Contratar con una moneda eliminada no es delito. Será con efecto retroactivo.
CORCHO: Alberto Acosta estará feliz por la muerte de la dolarización.
PROCURADOR: Pero acusarán al gobierno de que pagó los bonos con dólares frescos, y luego eliminó la moneda. Eso es peculado al revés.
FISCAL: Si ya no hay bonos ni hay dólares, todo estará correcto.
CONTRALOR: Llamaré a Alexis para conocer su opinión jurídica.
CORCHO: Aprovecho para decirles que en Alianza País ustedes no tienen resistencia.
CONTRALOR: Dice Alexis que hablamos estupideces.
Veo que la grosería es contagiosa.
PROCURADOR: Otro camino es que Fabricio ceda o endose los contratos a terceros.
FISCAL: Podría ser a Vinicio. Dicen que Vinicio es coleccionista de contratos.
CORCHO: Una cosa es la publicidad oficial y otra es la obra pública.
CONTRALOR: ¿Y si Fabricio cede los contratos al Cuerpo de Ingenieros del Ejército? PROCURADOR: Eso será muy bien visto por los mandos militares.
FISCAL: Pero no por los marinos, ellos no los quieren metidos en Petroecuador.
CORCHO: El Cuerpo de Ingenieros puede subcontratar todo con una empresa china.
CONTRALOR: Donde hay chinos hay corrupción, son como los brasileños, y también como los canadienses.
PROCURADOR: Otro camino es expropiar las empresas a Fabricio por causa de utilidad pública.
Es prohibido contratar, pero no expropiarle a parientes.
FISCAL: Sería muy bien visto que el Presidente le expropie a su propio hermano.
CORCHO: Si el Estado expropia las empresas, el Estado será contratista de sí mismo.
CONTRALOR: Mejor, pues el Estado no puede robarse a sí mismo. No habría peculado.
PROCURADOR: Tampoco habrá desembolso, pues a Fabricio se le netearán los anticipos con los avances de obra. Pero habrá que pagarle el valor de sus empresas.
FISCAL: El Presidente quedará satisfecho y Fabricio le quedará agradecido.
CORCHO: Sigamos juntos unos 4 u 8 años más.
Llamaré a María Paula a darle la buena noticia.

El diálogo secreto de los hermanos Correa

30 de junio del 2009  . VANGUARDIA

Fabricio: Entiéndeme, Rafael, le ahorré dinero al Estado. Gracias a que somos hermanos, nadie llevó ni un dólar de coima. Aquí no hay sobreprecio.
RAFAEL: entiéndeme a mí. Has hecho lo que te ha dado la gana, luego has hablado hasta por los codos en los medios de comunicación corruptos. Me has hecho un daño terrible.
FC: O sea que por tu pendejada de revolución ciudadana, yo he perdido mi derecho al trabajo y me quedaré en la calle. Yo me he ganado todos esos contratos.
RC: Tan grandote y jugando al escondido detrás de unas compañías panameñas.
FC: No me he escondido. Nos protegimos para que los buitres no te ataquen y me impidan ganar las licitaciones. Mira lo que se rumorea respecto de Coca Codo Sinclair; de la refinería de Manabí; de los venezolanos que compraron los bonos baratos y los vendieron al 35%; hay rumores de corrupción por todos lados.
RC: Comprar una compañía con un anticipo se llama mal uso de anticipo. Todo esto me cae encima cuando la gente ya se estaba olvidando lo de Ivanhoe.
FC: No es mal uso. Es buen uso, pues al comprar la compañía me quedé con el contrato.
RC: Tú has dicho que todo el dinero lo has metido en fideicomisos para que se use sólo en las obras. ¿No sé qué decir ni pedir al Contralor y al Procurador? Por otro lado el Cacho Vera ya se disparó y Wachito quiere ser Presidente.
FC: He sido muy responsable, y para que nadie me acuse de distraer el dinero de los contratos, solicité un préstamo de 10 000 000 de dólares a la Corporación Financiera Nacional.
RC: ¿Cómo se te ocurrió ir a un Banco del Estado? La CFN no es para mi familia.
FC: En la banca privada no tengo crédito. Mira que en la CFN he dejado hipotecados unos hermosos terrenos en Manta. La CFN no me quiere aflojar la mitad del préstamo.
RC: Esos terrenos no valen nada y dicen que ya estaban hipotecados.
FC: Quizá, pero que son hermosos, son hermosos.
He trabajado 25 años y tengo un importante patrimonio que es la garantía de esa deuda.
RC: Pero ¿cómo la vas a pagar, si tú no firmas la deuda ni como deudor ni como garante? Además, tú hablas de que eres rico pero pagas impuestos como si fueses pelucón.
FC: Yo no necesito aparecer para que se paguen las deudas, así como no aparezco y soy el beneficiario de los contratos. Así mismo, como no aparezco, a mí no me corresponde pagar impuestos sino a las compañías.
RC: Te crees muy listo. Estamos metidos en un tremendo lío. En cualquier rato los gringos te pueden fregar. ¿O también tienes la visa metida en un fideicomiso?¿Qué hago con PAIS? FC: No te preocupes, yo los pondré en su sitio. Les voy a recordar que eran unos don nadie, y gracias al vuelto de la campaña que invertí en los manteles, ahora son conocidos.
RC: ¿Es verdad que tú has declarado esa barbaridad que salió en El Universo? FC: Tranquilo, como tú dices que allí sólo publican mentiras, nadie lo va a creer. Yo declaro todo, menos impuestos. Eso le toca a mis empresas.
RC: Te recomiendo que dejes de andar diciendo de que eres rico, pues todos saben que estuviste quebrado hasta hace poco tiempo. Carlos Marx Carrasco te va a sacar el aire.
FC: Tú también te pasas diciendo que eres un genio en economía, y los ecuatorianos estamos peor que nunca. Acabas de botar 1 000 millones de dólares en prepagar esos bonos.
RC: Tú no sabes de estas cosas. Me dijo Chávez que los ex dueños de los bonos van a depositar esa plata en el banco del ALBA. Inmediatamente, el banco del ALBA le dará un préstamo al Ecuador.
Esto lo expliqué ayer al mundo en mi conferencia magistral en las Naciones Unidas.
FC: Entonces, le pediré un préstamo al ALBA para pagarle a la Corporación Financiera.
RC: Reconozco que se te acaba de ocurrir algo inteligente. Menos mal que nuestra hermana perdió la Prefectura.

A la cabeza de Vera, hay que sumar la de Ortiz...

16 de junio del 2009 . VANGUARDIA

Rafael Correa para sentirse realizado nos habla de corrido tres horas todos los sábados auxiliado por un apuntador visual mucho más eficiente que el apuntador auditivo que llevó a su ex padrino Carlos Vera a abandonar Ecuavisa para ahora andar como manaba errante, sin pantalla para lucir su espectacular estilo periodístico ni tomar una bandera ciudadana para empezar como político a recorrer la patria para decirnos que él quiere gobernarnos y hacernos recuperar el tiempo que los ecuatorianos hemos empleado en 7 domingos electoreros que vienen desde la primera vuelta presidencial del 2006 hasta las sonsas elecciones de ayer para diputados andinos y juntas parroquiales, en que los candidatos figurones para lo uno también sirven para lo otro y viceversa.
No hay en todo el Ecuador ni un solo político con acceso —por el miedo a ser acorralados como Teleamazonas— a la prensa, televisión y radios privadas, que tenga la entereza de enfrentar al gobierno y combatirlo en forma altiva desde cualquier esquina del mismo pueblo donde cada sábado Rafael Correa monologa ante un auditorio de sumisos ministros y gente popular, a la cual por primera vez un Presidente se toma el trabajo de hacerlos sentir que son personas dignas de escuchar al antes desconocido profesor y hoy omnisapiente Presidente que reclama una exagerada indemnización de 5 millones provenientes de la chequera de Fidel Egas, quien —si hay quién se lo compre— está legalmente obligado a vender su canal Teleamazonas, para seguir recibiendo magníficas utilidades bancarias, quizá algo reducidas, dado que el presidente Correa hizo bien al rebajar las altas tasas producto del lobbismo o lobo feroz que ronda por Carondelet, enviado por los comerciantes y/o banqueros vinculados al negocio de vender las distintas electrodoras contra las que Carlos Vallejo dictó una inejecutable sentencia de muerte, ignorando que la Costa no es Riobamba y que por acá hasta los huevos se pudren por el calor y que todos queremos un televisor aunque sea en blanco y negro como Vallejo.
Aquel valiente que en calles y plazas con claridad y coraje se enfrente a Correa, seguramente se irá una o varias veces a la cárcel, pero desde allí se convertirá en su legítimo y único contradictor, superando a los que la permanente presencia política del campañista Correa ha castrado, o a los que como Alberto Acosta han quedado para repetir los viejos mandamientos del socialismo.
Todo esto mientras Gustavo Larrea espera que se cumpla su déjenme volver, para desde el gobierno trabajar en el control de todo y de todos, y diseñar la futura manera de controlar Guayaquil, sometiendo al guerrero Nebot, cuya madera resistió al incendio de la partidocracia, y que tiene el deber de organizarnos, para que Larrea no nos penetre como si fuésemos Angostura.
El Presidente moralista almuerza con un poder judicial ilegítimo, con jueces capaces de llamar a juicio a los pésimos ex banqueros Isaías por un peculado bancario inexistente en la ley de entonces, que motivaría una cómoda sentencia de borra y va de nuevo; mientras tanto, su primo Pedro Delgado negocia un inédito acuerdo secreto. Paradójicamente, Correa protesta porque a su enredado ex Ministro de Deportes lo meten preso, pero calla cuando al ex ministro Jorge Gallardo la Fiscalía con una mano lo trae al país, pero con la otra le impide el regreso violando su derecho a la defensa. Al mismo tiempo avanza la aventura con la morosa Pdvsa para la quimérica refinería errante de Manabí, mientras unos sabidos argentinos se enquistaron en el cuestionado proyecto Coca Codo Sinclair. Se compra una deuda calificada como inmoral; hay demandas por miles de millones en arbitrajes ante un Ciadi que Correa ataca; ni los mismos marinos saben qué pasa en Petroecuador; volvemos a los fondos reservados y entramos al cuarto oscuro de el Alba.Todo esto requiere una severa investigación periodística.
A la cabeza de Carlos Vera, Correa necesita sumar las de Jorge Ortiz y Carlos Jijón. El cierre del canal es un amago, un cuco.

El Presidente saca 35 sobre 100 en su gestión

2 de junio del 2009  . VANGUARDIA

¿A dónde vamos? ¿Dónde estamos parados los ecuatorianos?  Los 13 millones sabemos que, tras darle gusto al aprobar su Constitución siglo XXI, nuestro Presidente tuvo la avivata delicadeza de poner su cargo a nuestra disposición; gesto que fue inmediatamente correspondido con otro cuando el 26 de abril el 35 % de los ecuatorianos con derecho a votar le dijo que siga con su revolución ciudadana, por lo menos cuatro años más.
Los ecuatorianos somos muy nobles y no nos importó el abuso del candidato Correa que hizo su campaña ejerciendo la presidencia, intoxicándonos con propaganda gobiernista costeada con nuestra plata y burlándose de nuestra inteligencia al decirnos a cada rato: “queridos conciudadanos, vengo a Guayaquil como candidato, no como presidente, pero más luego iré a Quevedo como presidente, no como candidato”. Todo con el encubrimiento del organismo electoral incapaz.
Capaz de todo para seguir en sus cargos. Una vez reelegido y antes de que a alguien se le ocurra evaluar su primera presidencia, el presidente Correa tomó la iniciativa de evaluar a los demás, habiendo comenzado con la prensa y con el magisterio. Penosamente, la prensa escrita ecuatoriana no entiende que parte de su deber es informar al país lo que está sucediendo en cuestiones de fondo; y que para hacerlo tiene que invertir dinero en investigación respecto de la gestión del gobierno y del sector privado.
La investigación periodística a fondo en materia de contratación pública, corrupción, gestión y gasto público, procesos legislativos, ejecución del plan de gobierno y gestión de los organismos de control, va mucho más allá de preguntar a Alberto Acosta si habla o no habla por teléfono con Rafael Correa, o de imprimir lo que anoche ya vimos en Televistazo, o lo que dirá cada noche, desde el próximo mes de julio, cualquier entrevistado acosado por Carlos Vera en Teleamazonas, su próximo canal quiteño.
La investigación periodística cuesta dinero y es mucho más compleja que pedir su opinión a los entrevistados que la dan con tal de salir fotografiados en los diarios del país. Diario Expreso es una excepción, pues investiga con seriedad.
El presidente Correa y su gallada de Carondelet cambiarán de actitud cuando los diarios llenen sus páginas con información producto de la investigación, pues se verán obligados a defender su gestión con pruebas, en lugar de ocultar sus falencias tras la cómoda cortina de humo de descalificar a los medios y de cada sábado sacarles el cuco de la futura ley mordaza.
No se puede amordazar al que imprime el producto de una investigación seria, pero es fácil asustar al que solamente nos cuenta lo que pasó el día anterior. Este era el trabajo de la prensa antigua, anterior a la moderna televisión masiva.
Imprimir solamente noticias es periodismo clásico; pero el abstenerse de hacer evaluaciones profundas y valientes de la gestión presidencial, y no decir en qué se hallan sus sumisos y antagónicos grupos cuyo punto de encuentro es la figura presidencial, es una forma de callar.
Por otro lado, la evaluación a los maestros es un simulacro masturbatorio, pues son los alumnos los que primero deben ser evaluados por ser ellos el resultado final de la gestión educativa. Tan solo el 35 % de los maestros rindió el examen, pues saben que los aprobarán, y que no serán reemplazados por los chauvines aspirantes a maestros que militan en Alianza PAIS. Este show de forcejeo y bravatas es típico de Correa y del Movimiento Popular Democrático.
35 % del padrón electoral lo reeligió Presidente.
35 % del magisterio fue evaluado. Correa es el líder del partido # 35, y acaba de subir al 35 % su oferta para comprar la que él bautizó como deuda externa ilegítima, inmoral e ilegal, convirtiendo esta futura transacción en un acto penado por la ley y muy propio del mundo de los cachineros que transan con cosas robadas.
Concluyamos en que la gestión de Rafael Correa merece ser calificada con un 35 sobre 100. Y al respecto de dónde vamos, pues parece que vamos a la casa de la belga...

En política y banca el parecido con el pasado...

19 de mayo del 2009  . VANGUARDIA

Nahím Isaías fue masacrado por la metralla del Estado presidido por León Febres Cordero. Los sobrinos Roberto, Juan Carlos, Estéfano y William no tuvieron el valor de poner el grito en el cielo para impedirlo.
Luchar contra el terrorismo no es mandar un pelotón a gasear y acribillar a los atrincherados en un cuarto oscuro; peor aun sabiendo que quedaría partido en dos el cuerpo del amigo y tío cuya libertad ya estaba negociada.
Nahím consolidó con habilidad la herencia de su padre. Durante su gestión bancaria apoyó al empresariado guayaco integrado por antiguos aristócratas y por cuarentones aspirantes a nuevos ricos. No hubo en el antiguo banco La Filantrópica una trinca o rosca que cerró las puertas a los extraños. La Filantrópica suplió las deficiencias del siempre inepto y desfinanciado Banco de Fomento. El deporte guayaquileño recibió un importante apoyo, que contrasta con la burda publicidad de cerveza y banca impuesta por la merca-codicia moderna.
El ex próspero empresariado guayaquileño fue perdiendo momento y espacio. Los importadores, agricultores y propietarios de empresas vinculados al mundo financiero de los bancos Previsora y Descuento se redujeron, y empezaron a caminar y hundirse sobre el propio terreno. Muchos, a pesar del hondo aliento de la sucretización, no se pudieron recuperar, siendo reemplazados por nuevos apellidos que casados adecuadamente ingresaron a clubes y círculos antes vedados a sus padres.
Desde los 70 los Isaías se convirtieron en un referente del movimiento económico de Guayaquil, y los buenos y malos créditos concedidos hicieron que terminasen como propietarios de negocios en el mundo de las comunicaciones, industrias, agricultura e inmobiliarias. TC canal 10 les llegó porque sus fundadores lo quebraron. Igual, Gamavisión llegó a la cumbre del Pichincha, y el Canal 12 y El Telégrafo a las de Aspiazu.
El abrir las puertas del Filanbanco a los insaciables políticos guayacos fue la parte negativa de la herencia de Nahím a sus sobrinos. La codicia de los socialcristianos y de los del PRE competía en las salas de espera del Filanbanco. Los sobrinos Isaías no lo blindaron del indecente manoseo que politizó a la que debió ser una profesional administración bancaria; y convirtieron al Filanbanco en un instrumento financiador de campañas políticas, y en gestor de negocios que obtuvieron créditos rápidos e incobrables, muchos de ellos. Rápidamente el arribismo y la ambición montaron guardia en el piso ejecutivo en Filanbanco —como también lo hicieron en el Progreso de Aspiazu— y se formó una melcocha batida con una ley amañada. Ley vivaracha que permitió que los banqueros compren negocios propios con los depósitos del público.
La mangajada político-bancaria del 2006 entre los Isaías y el PRE, fue seguida el 2007 con el grotesco cheque de 3 millones entregado por Aspiazu a Mahuad; y es así como ambos bancos llegaron a la hora de su verdad, pero en escenarios distintos. Una torpe ley ad-hoc hizo de motel para la unión de Filanbanco y la AGD. Y los pelucones de Guayaquil y el balcón del alcalde encubrieron efímeramente las locuras de Aspiazu que tuvo el coraje de cumplir su prisión.
El politizado poder judicial ecuatoriano fue y es una porquería. Los jueces de Febres Cordero y de Abdalá - desde el doctor Pico hasta el doctor Pichi - jugaron amigablemente a las escondidas con los Isaías durante 10 años, formando un mamotreto de miles de páginas que cualquier juez probo del primer mundo lo declararía totalmente nulo. El juez Ulloa se libró de la presión del fiscal Pesántez al pasarle el problema al juez Troya, cuyo futuro fallo será apelado hasta llegar algún día a la Corte Constitucional. Quizá los encubiertos seductores del juez Ulloa han quedado contentos, pues el juez de la Florida se reirá al leer semejante adefesio y negará con razón la extradición.
En lo de fondo, la banca de antes fue hundida por la codicia; la de hoy es acosada por la loca Revolución Ciudadana.

La democracia de Correa se reduce a ir a las urnas

5 de mayo del 2009 . VANGUARDIA

Desde el Paraguay, los católicos del mundo son víctimas de un golpe bajo dado al interior de su anacrónico y reglamentado mundo. El sexualizado obispo Fernando Lugo, muy devoto de la virgen Viviana Carrillo, empleando la seducción y el engaño la convirtió en madre, y forzado por el escándalo acaba de reconocer al primero de sus hijos; pues hay otros en lista de espera. Una madre, la ex virgen Benigna Leguizamón, dice que Lugo es un obispo desgraciado.
En Guayaquil, el cura Gagliardo, ex párroco de Los Ceibos, con mala fe injurió a su superior, burlando la norma de la obediencia, y haciendo daño a su iglesia lavó sus egoístas trapos personales en público desafío a su autoridad, que cometió el error de ignorarlo, en lugar de sentarlo en el banquillo ante las autoridades episcopales.
Desde el Canal del Cerro, los televidentes ecuatorianos hemos vivido al mismo tiempo una tragicómica saga, pues el espectacular Carlos Vera decidió cuestionar públicamente las condiciones técnicas internas del medio para el que trabajaba, produciendo un estado propio e interno de estrés e incomodidad, hasta que la intensidad del tema produjo su separación definitiva, causando un triple perjuicio a la teleaudiencia, al canal y al propio Vera. Por su lado, el Presidente expresó su complacencia por el hecho de que Carlos Vera haya perdido su tribuna diaria y lo descalificó en lo moral y profesional. Total, todos perdimos.
El que no perdió es Correa, pues él y su grupo PAIS manipulando las nuevas normas constitucionales se inventaron y nos impusieron una elección presidencial en mitad de período, con la cínica y doble finalidad política de: (a) obtener una ratificación popular de su gestión como gobernante, y (b) seguir desde ahora por 4 años más como Presidente y centro de la atención.
Rafael Correa tuvo el tupé de aletear por todo el país como candidato-presidente y presidentecandidato, en una campaña en la cual aprovechando y abusando de esta cómoda dualidad convertida en múltiple revestimiento de teflón logístico, publicitario, económico y político, el binomio Correa-Moreno terminará obteniendo el 45 % de todos los votos depositados en las urnas. Exactamente un 40 % inferior al 85 % obtenido por PAIS/Correa o Correa/PAIS para copar Montecristi, y un 20 % inferior al 65 % obtenido por ellos mismos hace pocos meses para aprobar la Constitución sigloXXI. Por cierto, el resultado del domingo 26 no fue para ponerse a llorar, pero tampoco ameritaba el ponerse a cantar “una sola vuelta” girando en una sola pata.
La Constitución siglo XXI es el marco legal dentro del cual el presidente Correa acaba de ratificarnos que será su deber el profundizar, radicalizar y acelerar lo que él entiende por socialismo, y lo que sus incondicionales entienden qué es lo que él entiende por socialismo.
Para entender qué es lo que el Presidente y PAÍS entienden por socialismo, miremos qué es lo que ellos entienden por democracia. Observando lo sucedido desde la campaña presidencial del 2006, la democracia que ellos viven y nos hacen vivir es el participar mediante frecuentes elecciones y consultas populares en el tejido de una red en que poco a poco todos quedamos atrapados y neutralizados mientras en forma intrépida e incansable el Presidente libra una batalla, esta batalla es a ratos física y también virtual.
Esta presidencial batalla físico-virtual es siempre pública. Allí la prensa, gremios, banca, jubilados, capitalismo, partidocracia, desempleo, Colombia, bonos global, estadísticas, migrantes, burocracia y fondos fiscales, son manipulados en forma intermitente y alternada, de tal manera que unos descansan mientras otros sufren.
Si entendemos cómo es nuestra democracia, sabremos cuál es el socialismo que nos espera a lo largo de estos próximos 4 años, que serán perdidos si siguen llenos de efectos especiales y la improvisación como guión.
El flamante padre Lugo, el cura Gagliardo, el rebelde con y sin causa Carlos Vera, y nuestro omnipresente Presidente seguirán jodiendo en el escenario que les fascina.

Cargoso e ineficiente: una combinación fatal

21 de abril del 2009 . VANGUARDIA

Pierina dijo que cuando niño su ñaño Rafico era cargoso. Lo mismo cuentan su señora mamá y el ñaño Fabricio, y coinciden en la precoz capacidad de Rafico de atosigarlos desde chiquito. Lo mismo dicen sus ex compañeros de colegio y universidad. Es evidente: no es necesario haber conocido a Rafael Correa para darse cuenta de que tenemos como Presidente a un tipo adicto a la cargosería, que nos habla todos los días, los sábados nos repite la semana que acabamos de sufrir, y todos los lunes Vinicio la encapsula y nos encadena a oírlo en radio y verlo en los sumisos canales de Tv.
Hoy, Lucio y Álvaro ya no son seres cargosos, pues no tienen nada nuevo que vendernos, y este vacío dialéctico les impide acosarnos con múltiples argumentos, para quizá así poder lograr comprometer nuestros votos, que se los daríamos por último para sacárnoslos de encima.
Cuando el 2002 Lucio tuvo un mensaje de cambio y de izquierda, para muchos era un cargoso, pero así convenció y ganó. Cuando Álvaro se hincaba para rezar y regalaba camisetas y sillas de ruedas, era un cargoso, pero con esa sincera autenticidad convenció a muchos en tres campañas. Hoy, Lucio y Álvaro son dos ex cargosos, que por sí mismos no pesan nada, pues ya no son auténticos. Hoy son como el cansado ciego que aún le dice ¡adiós! a un tren que ya pasó.
Nada es más difícil que librarse de un cargoso. ¿Quién no ha tenido uno en el colegio, o en la familia, como cuñado, suegro o yerno? Pero el ser cargoso ha sido la clave del éxito electoral de Correa, y lo hará de nuevo cargarse con la presidencia, pues a pesar de su pésima gestión como administrador de la cosa pública, no ha perdido su formidable capacidad de decirnos sus verdades, y también sus mentiras como verdades.
Si Correa no gana la presidencia el 26, será porque él y sólo él logró decepcionar a un buen número de sus ex electores que junto con muchos indecisos terminarían votando por Lucio, personaje inodoro, incoloro e insípido, que ya traicionó al esperado cambio, y ahora lucha contra el actual traidor al cambio, que nunca llega.
Los cargosos causan disgusto, padecimiento o fatiga. Los argentinos —premios Oscar a la cargosería— llaman cargoso al que molesta, incomoda o cansa. Pero podríamos pasar por alto que el presidente Rafael Correa sea cargoso, siempre y cuando no fuese ineficiente.
El ineficiente ejercicio presidencial de Correa no encaja en ninguna de las dos categorías creadas por el sociólogo Manuel Castells Oliván. Correa no es un autoritario liberal excluyente, que niega los beneficios del crecimiento a gran parte de la población, mediante el ejercicio autoritario e incontrolado del poder del Estado y, al mismo tiempo, prioriza los mecanismos del mercado sobre los valores de la solidaridad social, sin aplicar políticas públicas correctoras de las desigualdades y de los privilegios de las élites sociales y económicas. Como lo fueron los dictadores del cono sur. Los que creen que el presidente Correa es autoritario, no se dan cuenta de que se pone bravo para evitar —sin lograrlo— que en lo de fondo todos sigamos haciendo lo que nos da la gana, como lo seguimos haciendo, aunque simulando cambios en las formas.
Tampoco Correa es un demócrata liberal incluyente que, manteniendo los mecanismos del mercado para asignar recursos, incluye a la población en los beneficios del crecimiento, mejorando las condiciones de vida y buscando consensos sociales, como Uribe o Alan García.
Con Correa el crecimiento económico real —y no estadístico— es negativo, y su gobierno convirtió al Estado en un despilfarrador, cómplice y manipulador de un imperfecto mercado privado, del que aprendió a gastar y a no invertir.
Exitoso populista, incansable narrador de lo obvio, campeón de fintas y de sofismas, Correa se inventó y adelantó en la mitad de su período esta reelección que lo llevará a seguir en más de lo mismo: más deuda externa e interna. Más desinversión y desempleo. Un ministerio a la candidata Duarte y palanquearse una invitación de Nebot para las Fiestas de julio.

¿Quién votará por Correa y Obama en el año 2013?

7 de abril del 2009 . VANGUARDIA

Barack Obama y Rafael Correa tendrán serias dificultades para ser reelegidos para el período 2013 al 2017.
Ambos ganaron por encarnar el ansiado cambio que todos queremos; cuarentones; teoréticos universitarios; socialistoides —pues así considera la derecha gringa a los demócratas liberales—; y aunque el uno es negrito y el otro es blanquito, ambos son exponentes del mestizaje cultural de toda América, que de vez en cuando espeta a las estructuras que en forma pésima gerencian política y financieramente la sociedad gringa o hispana.
Estos personajes como Obama y Correa, carismáticos y llenos de buenas intenciones, terminan abrumados por el peso implacable de los hechos y de las cosas, repitiendo lo mismo.
La educación y personalidad de Obama hacen que todo el tiempo guarde las formas. Impecable, elegante y prudente, logra por ahora que sus errores no puedan ser magnificados por la extrema derecha ni por la prensa semi quebrada. Y ya sea por hábil o por débil, Obama se ha parapetado tras un escuadrón de blancos, representantes del viejo mundo político, financiero, bélico y burócrata que siempre tuvo represado el cambio que representó el candidato Obama; quien compra tiempo viajando de un lado para el otro, contando en forma amena a todos lo que todos ya saben, mientras la Reserva Federal imprime dólares y bonos, para que los unos compren a los otros, pues allá ya no se intercambian bienes, sino trillones en papeles.
No podrá Obama liderar el mundo, pues Europa y el Asia quedaron intoxicados de Bush y compañía. Asistirá a las cumbres internacionales, luego de enviar como adelantados a los viejitos Biden y Hillary, pero no con el peso de antes, sino con la carga pendiente de Iraq, y como representante de una sociedad en quiebra y odiada por el fanatismo religioso cuyo primer mandamiento es practicar el terrorismo. Tampoco se entenderá con Cuba, y hoy no tiene dinero para regalar ni para comprar los productos de la América morena. En dos semanas lo veremos con todos nuestros presidentes en Trinidad y Tobago.
Por acá, Rafael Correa, el abanderado del cambio, no cambia lo de fondo, ni cambia él mismo. Lo que hoy vivimos no es lo que esperaron sus electores ni nos satisface a los partidarios del cambio. Pero que quede claro, Rafael Correa no ha engañado a nadie, pues en varias ocasiones muy sonreído ha afirmado:“ a mí me encanta ser iconoclasta”.Sin duda Correa es el más grande iconoclasta del Ecuador, pues cuestiona absolutamente todas las reglas, sistemas, dogmas y personas del pasado; y se queda allí mismo, autocomplacido en su iconoclasia, matando en seguidas contiendas electorales a conocidos e insepultos cadáveres.
Tengamos claro que nuestra economía arroja un balance negativo porque no ha funcionado la necedad de que el Estado dirigido por la intuición económica de Correa generará confianza e inversión. Todo esto viene mezclado con el estigma de que su gobierno tiene un matrimonio mal avenido con la moneda gringa, que posiblemente terminará en el súbito y justificado adulterio de cualquiera de los dos.
Resulta evidente que nuestro Presidente no tiene dinero para continuar su populismo, y pronto se enfrentará con un puñado de legisladores que se convertirán en intérpretes y vehículo de muchos sectores sociales que se sienten engañados por un gobierno que ha botado la plata, y por una Constitución siglo XXI que es una solemne vaca llena de tetas sin leche.
Así, en Trinidad y Tobago se encontrarán Obama y Correa, los abanderados del cambio. Uno comenzando a andar de cumbre en cumbre en Air Force One, dispuesto a escuchar los discursos de treinta y poco de presidentes; y el otro, en su flamante avión, buscando en convertirse en el futuro líder de América Latina, pues su chiro Ecuador le queda chico.
Otto Arosemena sorprendió a Lyndon Johnson y a América al negarse a firmar el acta de Punta del Este. ¿Qué le hará a Obama nuestro iconoclasta viajero? ¿Quiénes votarán por ellos en el 2013?